lunes, 30 de noviembre de 2009

Proteccion del medio ambiente y escala mundial


La degradación del medio ambiente no conoce fronteras nacionales. Las emisiones de azufre en un país causan la lluvia ácida en otro situado en la dirección del viento. El agotamiento de la capa de ozono debido a los CFC utilizados en una nación pueden provocar cáncer de piel en el extremo opuesto del mundo. En un mundo cada vez más interdependiente, las Naciones Unidas tienen que desempeñar un papel fundamental en relación con la protección del medio ambiente a escala mundial y con el fomento del desarrollo sostenible. Consideremos estos logros:
Cumbre para la Tierra
En la Cumbre para la Tierra, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo celebrada en Río de Janeiro en 1992, los dirigentes de los Gobiernos, incluidos 108 Jefes de Estado, aprobaron el Programa 21, un plan mundial para alcanzar el desarrollo sostenible. Desde entonces, se ha convertido en la base para muchos planes nacionales, y más de 1.800 ciudades y pueblos de todo el mundo han creado su propio "Programa 21 local". La Comisión de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible se reúne anualmente para examinar el progreso realizado y proponer directrices para las políticas.
En junio de 1997, la "Cumbre para la Tierra + 5", un periodo extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas con el objetivo de evaluar el seguimiento de la Cumbre tras cinco años, descubrió que, a pesar del progreso que se había alcanzado en muchos ámbitos, el medio ambiente sigue deteriorándose a escala mundial. Los Gobiernos acordaron buscar medidas posteriores, incluidas aquellas relativas al agua dulce, la energía, el transporte y el turismo, pero se alcanzaron pocos compromisos concretos.
Cambio climático
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que quedó abierta a la firma en la Cumbre para la Tierra de 1992, ha sido ratificada por 177 naciones, pero pocos países industrializados cumplirán el objetivo voluntario de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero hasta los niveles de 1990 para el año 2000.
En diciembre de 1997 en Kioto, los Gobiernos negociaron un Protocolo de la Convención por el que los países industrializados aceptarían objetivos jurídicamente vinculantes de reducir sus emisiones colectivas de seis gases de efecto invernadero en un mínimo del 5 por ciento para el periodo 2008-12. La próxima ronda de conversaciones, fijada para octubre de 1999 y que se celebrará en Bonn (Alemania), continuará elaborando los detalles del comercio de las emisiones, así como otros mecanismos. El Protocolo ha sido firmado por más de 80 países.
El Grupo Integubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), coordinado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización Meteorológica Mundial (un organismo de la ONU), publicó un informe en 1995 en el que se detectaba una "apreciable influencia humana en el clima mundial". Basándose en el trabajo de más de 2.000 importantes científicos de 130 países, el IPCC, establecido en 1988, examina la investigación científica y económica sobre el cambio climático. Su próximo informe importante de evaluación está previsto para el año 2001.
Agotamiento de la capa de ozono
Los países industrializados han prohibido la producción de CFC desde principios de 1996 en virtud del enmendado Protocolo de Montreal de 1987, administrado por el PNUMA. Los países en desarrollo disponen de un periodo de gracia de 10 años para cumplirlo y deben suspender su producción y uso de CFC a partir del 1 de julio de 1999. Hay también un calendario preparado para retirar paulatinamente otras sustancias que agotan la capa de ozono.
Lluvia ácida
La lluvia ácida se ha reducido de forma considerable en Europa y Norteamérica tras una Convención de 1979 que marcó un hito histórico y que fue administrada por la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa.
Desechos y productos químicos peligrosos
Con el objetivo de regular los casi 4 millones de toneladas de desechos tóxicos que cruzan las fronteras nacionales cada año, en 1989 los países negociaron el Convenio de Basilea sobre desechos peligrosos, administrado por el PNUMA y ratificado desde entonces por 121 países. En 1995, el tratado fue reforzado para prohibir la exportación de desechos tóxicos de los países desarrollados a los países en desarrollo, que a menudo no disponen de la tecnología para eliminar los desechos de forma segura. En 1998, más de 100 Gobiernos aprobaron un tratado internacional, negociado bajo los auspicios de la FAO y el PNUMA, sobre el intercambio de información sobre el comercio de elementos químicos y pesticidas peligrosos.
Diversidad biológica
El Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica, firmado en la Cumbre para la Tierra de 1992 y ratificado desde entonces por 174 naciones, obliga a los países a proteger las especies vegetales y animales mediante la preservación de su hábitat, entre otros medios. Las negociaciones son continuas y se concretarán en un protocolo del Convenio con el objetivo de reducir el riesgo del desplazamiento transfronterizo de organismos vivos modificados y con el de garantizar el uso seguro de las biotecnologías modernas.
CITES, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de 1973, administrada por el PNUMA, también impone la protección de las especies en peligro de extinción. Los países se reúnen periódicamente para actualizar la lista de las especies vegetales y animales o los productos, tales como el marfil, que se deberían proteger mediante cuotas o prohibiciones categóricas.
Recursos ícticos y marinos
El control mundial de las reservas de peces lo lleva a cabo la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que calcula que un 70 por ciento de los caladeros de pesca comercial están agotados o se están recuperando de la sobrepesca.
En diciembre de 1995 se adoptó un acuerdo jurídico de la ONU con el objetivo de regular la pesca en alta mar, el cual fue negociado como fruto de la Cumbre para la Tierra. Casi 60 países han firmado ya este acuerdo que pretende evitar la sobrepesca, así como aliviar las tensiones internacionales causadas por la competencia en torno a las reservas de peces, cada vez más limitadas. Sin embargo, tan sólo 21 de los 30 países necesarios para que pase a ser jurídicamente vinculante lo han ratificado.
Contaminación marina
La contaminación causada por el petróleo procedente de los barcos se ha reducido en un 60 por ciento desde 1981 tras la adopción de una Convención jurídica negociada por la Organización Marítima Internacional, un organismo de la ONU. El tratado, que ahora se aplica a más del 85 por ciento de las flotas mercantes del mundo, también establece controles muy estrictos para la eliminación de basura por parte de los barcos.
En 1995, los Gobiernos aprobaron un plan de acción sobre fuentes de contaminación marina procedentes de tierra. Han comenzado las conversaciones para alcanzar un acuerdo jurídico con objeto de regular los contaminantes orgánicos persistentes, tales como DDT, PCB y la dioxina.
Desertificación
La Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, solicitada en la Cumbre para la Tierra, pasó a ser jurídicamente vinculante en diciembre de 1996. La desertificación, o la degradación de las tierras áridas y semiáridas, afecta al modo de ganarse el sustento y al suministro de alimentos de más de 900 millones de personas en todo el mundo, especialmente en África.
Bosques
Para combatir la deforestación a escala mundial, la FAO controla la pérdida de bosques y el comercio de madera y ayuda a los países en desarrollo a administrar los bosques. Cada año se queman o cortan alrededor de 13 millones de hectáreas de bosque (un área del tamaño de Nepal), especialmente en los países en desarrollo.
El Grupo Intergubernamental sobre los Bosques, que se reunió durante dos años en el marco de la Comisión de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, aprobó más de 100 propuestas de acción en marzo de 1997. Con el objetivo de controlar la aplicación de esas medidas y alcanzar un consenso acerca de posteriores pasos (por ejemplo, un posible tratado acerca de los bosques), los Gobiernos establecieron un Foro Intergubernamental sobre los Bosques en el periodo de sesiones de junio de 1997 en el marco de la Cumbre para la Tierra + 5.
Agua dulce
Una evaluación de 1997 organizada por la ONU descubrió que un tercio de la población mundial vive en países enfrentados con la escasez de agua dulce utilizable, en un grado que va desde la escasez moderada hasta la escasez severa; para el año 2025, esta cifra podría alcanzar los dos tercios si no se toman medidas. Los Gobiernos y los expertos están trabajando para alcanzar un consenso sobre las políticas relacionadas con el agua.
Financiación para el medio ambiente
El Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), dirigido de forma conjunta por el Banco Mundial, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el PNUMA, se ha convertido en la fuente principal de préstamos multilaterales para que los países en desarrollo lleven a cabo sus proyectos medioambientales. En 1998, los países donantes repusieron el FMAM con un objetivo de más de 2.750 millones de dólares.
Para más información, póngase en contacto con la Dependencia de Información al Público de las Naciones Unidas: tel. (212) 963-4475; consultas sobre medios de comunicación: (212) 963-7160

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